Un equipo de fútbol ha conseguido lo que hace unos meses nadie imaginaba, llenar nuestras calles de camisetas, banderas, gorras y pinturas rojigualdas. Gritos, cánticos, lágrimas, manifestaciones públicas de apoyo a unos jugadores y su preparador.
Mientras Zapatero se ha empeñado en utilizar diferentes términos: nación, país, estado..., el pueblo, partido a partido no ha tenido problemas en sacar de su boca una expresión : ¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
Mientras Laporta hacía un canto individual a la independencia de CataluÑa, sus asalariados Puyol y Xavi sudaban sangre defendiendo los colores españoles.
Mientras los políticos nazionalistas cruzaban los dedos por una derrota de España, las fuentes de muchas ciudades de Vascongadas y Cataluña celebraban el éxito deportivo.
Mientras la bandera tricolor republicana aparecía en actos de progres y titiriteros, el español de a pie guardaba en sus armarios sus colores.
Yo de mayor quiero ser boticario; entre pomadas y ungüentos se están poniendo las botas a costa de ciertos personajes que se han visto obligados a lucir pinturas y prendas en su cuerpo; y todo sin contar con bicarbonato, antiácidos...
¿Dónde quedó aquello de "Mira ese facha con una bandera de España"?
YO SOY ESPAÑOL, ESPAÑOL, ESPAÑOL...
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