Un acto de fe
Nacer del Barça fuera de tierras catalanas siempre ha sido difícil, insultos, burlas, críticas..., pero con la llegada de "al que no le guste el vino es una animal" y su socio "Pérez" a la Generalidad, se ha convertido en un verdadero acto de fe.
Resulta contradictorio apoyar a un equipo de fútbol cuyos principales aficionados (y por supuesto no generalizo), esos que se jactan de alcanzar la cifra de 125.000, se vanaglorian de su anti españolismo y rezan a la mare de Deu de Montserrat para que los españoles atiendan y aprueben su afán independentista y soberanista, pero que se le va a hacer, por mucho que duela a algunos, los colores se llevan muy dentro y no entienden de catalanismos, Companys, Roviretxes y otras figuras retrógradas para este siglo XXI.
Impresentable actitud la de algunos catalanes, con TV3 a la cabeza, con los 15 segundos de gloria a la famosa pancartita "Catalonia is not Spain", que por cierto se encontraba en inglés, ¿por qué no en catalán?, o mejor ¿por qué no en valenciano haciendo un guiño generoso y apelando a la solidaridad tan nombrada por D. Pascual (y no me refiero al del vino)?
De pena el apoyo a Paris 2012 de unos cuantos retrasados, que, vuelvo a repetir, no representan al abonado blaugrana, pero que dejan a las claras el sentir de un amplio sector de la sociedad catalana.
Puede que yo sólo sea un aficionado más, aunque sé de buena tinta que muchos seguidores comparten mis pensamientos, pero el comedor compulsivo, el presi del "más que un club", debería saber y reconocer que el patrimonio es tan grande porque el barcelonismo es un sentimiento que rebasa fronteras y no tiene límites, y con su actitud, está consiguiendo cuanto menos, sembrar dudas en algunos seguidores.
Yo, por si un caso, ya voy celebrando los goles del "Atleti".
Paz Digital, 23-11-2004. Recuperado.
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