PINTANDO EL INDIO.




Nadie mejor que Fabri conoce las limitaciones de su equipo, y ayer, con una sola frase, definió a la perfección el lamentable partido de los rojiblancos en Gijón. Un partido que, o cambian mucho las cosas, o veremos en segunda la próxima temporada.

En estos casos, lo sencillo es largar al entrenador y borrón y cuenta nueva. Desde el club se anunció que pasara lo que pasara en Gijón y ante el Barcelona, el entrenador seguiría en su puesto, y eso en fútbol significa que sus días en el banquillo de los Cármenes ha llegado a su fin, algo totalmente injusto visto lo limitado del fondo de armario del Club granadino.

Suenan mil nombres para un puesto tan goloso, veremos cual es la apuesta elegida para llevar los mandes de la nave granadina.

Es hora de pedir responsabilidades a los verdaderos culpables de la situación, Pina y Cordero, quienes han demostrado no estar a la altura de las circunstancias a la hora de planificar la plantilla. Jugadores desconocidos y no adaptados a la categoría que a día de hoy no mejoran lo que teníamos en casa. Ayer, durante muchos minutos, vimos sobre el terreno de juego a nueve jugadores de la pasada campaña.

La falta de gol ya no es preocupante, anda un escalón por encima. Los dos tantos conseguidos en ocho partidos nos condenan a ocupar puestos de descenso por méritos propios. Supongo que los mandamases del club comenzarán a filtrar nombres en breve, se acerca el mercado de invierno es época de traspasos y comisiones, suculentas comisiones.



¡¡¡Hagan sus apuestas!!!

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