Y sin frenos.
Durante el último trimestre, 61.300 personas han pasado a formar parte de la mayor empresa andaluza, que, con éxito rotundo, controla el porvenir de más del 35% de la población activa, casi 10 puntos por encima de la media nacional, sumando una desoladora cantidad de 1.424.000 desempleados.
Tres de cada cuatro nuevos parados reside en Andalucía, la comunidad gobernada por el PSOE (34 años) e IU. Los gobernantes, Griñán y Valderas, guardan silencio, no les queda otra.
Como dato curioso, en nueve comunidades han descendido los datos del paro ( La Rioja, Cantabria, Navarra, Baleares, Galicia, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Madrid), mientras que en el resto ha aumentado el porcentaje de pérdida de empleos.
Pero, ¿son verdaderos los datos con los que nos machacan los medios de comunicación?
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 37,1 % de los andaluces está por debajo del umbral de la pobreza, siendo los hogares de esta región los que más sufren para llegar a fin de mes.
Por otro lado, los estudios económicos cifran en un 25% la economía sumergida que se mueve en Andalucía, y es nota común de la región el pirateo diario.
Teniendo en cuenta el voto de izquierdas de los andaluces en las elecciones autonómicas (más de 26.000 personas trabajan en organismos oficiales con el enchufismo como único mérito, el PER, las subvenciones, los ERES...) y el pasotismo de su población pese a los continuos problemas, sólo movilizados por los sindicatos oficiales del régimen.
¿Cuál es la verdadera situación de las familias andaluzas?
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