Necesita financiación urgentemente, y la forma más sencilla de conseguirla es llegando de nuevo a las instituciones.
Los mensajes políticos cambian, por momentos. Mientras Oreja advierte sobre la presumible negociación encubierta del Gobierno, Rubalcaba habla sobre esperanza en un futuro próximo. Y esto, guste o no, suena a repetir los errores históricos que permitieron a la banda fortalecerse.
Es el momento perfecto para seguir trabajando, confiar en las Fuerzas de Seguridad y acorralar, con la ley en la mano, a unos malnacidos que se sienten débiles.
Que nadie lo olvide, ETA no mata porque no puede:
- No han entregado las armas, ni piensan hacerlo.
- Su brazo político sigue sin condenar la violencia.
- Los empresarios vascos continúan recibiendo cartas de extorsión.
Eso sí, cuidado, las ratas acorraladas siempre muerden...
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