EL CONCETO

Alcanzar la gloria en nuestro país es una cuestión de suerte. Estar en el lugar indicado y en el instante preciso puede ser suficiente para lograrlo. En la era de la televisión basura, son pocos los que alcanzan la fama a través de sus actos o contribuciones a la Humanidad. En innumerables ocasiones, tener un carnet del "puño y la rosa" en el bolsillo ayuda, y mucho...
Todo es cuestión de "conceto".



José Blanco López nació en 1962 en la parroquia de Ferreira de Negral, en el municipio lucense de Palas de Rey. Terminó bachillerato y se matriculó en Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela. Después ha cursado estudios, sin el fruto de acabar la carrera, en la UNED.
Con 16 años ya formaba parte del PSOE, pronto se convirtió en  Secretario General de las Juventudes Socialistas de Galicia, y de ahí a Presidente del Consejo de la Juventud de la misma comunidad. Llegó posteriormente a la ejecutiva del PSdeG-PSOE (Partido Dos Socialistas de Galicia-PSOE)  y alcanzó la secretaría general del partido en Lugo. Siguiendo su meteórica carrera fue miembro del Comité Nacional gallego y del Comité Federal del PSOE.
Entre sus éxitos particulares, destacan la llegada de Pérez Touriño a la Secretaría General en Galicia y el XXXV Congreso Federal, en el que Zapatero se convirtió en Secretario General del PSOE, capitaneando el grupo la Nueva Vía, formado entre otros por López Aguilar, Caldera y Trinidad Jiménez. Es justo recordar que consiguió el respaldo de los balbases, claves para aquella elección, y, curioso,  para la de Esperanza Aguirre como Presidenta de la Comunidad, ya que los diputados de la Asamblea de Madrid  Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez formaban parte de aquella reconocida familia socialista.
Actualmente es diputado desde 1996 (anteriormente fue senador), miembro del Comité Nacional del PSG, vicesecretario General del PSOE (cargo que sólo se había ocupado una vez con anterioridad, por Alfonso Guerra) y Ministro de Fomento (sustituyendo a Magdalena Álvarez).


Sus declaraciones, conocidas en las filas izquierdistas como un fiel resumen, en pocas palabras, de la actualidad nacional, no dejan indiferente a nadie. Provocan críticas en oposición, miembros de su propio partido y medios de comunicación. Unas veces, lanzadas como prueba explosiva a la ciudadanía, los famosos globos sondas, otras como puya dirigida al partido de Mariano Rajoy, y la mayoría, como muestra pública del ideario del Ejecutivo, justificando la absurda toma de decisiones o la falta de ellas de Rodríguez y sus secuaces.

"Me he resistido en estos últimos meses a confesar públicamente mi simpatía hacia Barack Obama para no interferir en lo más mínimo en el proceso de elección que estaba desarrollando el Partido Demócrata".
"Los españoles viven mejor que nunca, aunque alguno tiene algún problema". "Nada de lo que está ocurriendo en el mundo, incluidos los editoriales de periódicos extranjeros, es casual o inocente, existe un ataque contra el euro y la existencia de maniobras un tanto turbias para evitar el control de los mercados financieros".
"La derecha española  siempre que pierde el poder muestra el rostro inconfundible del odio y del terror".
"José Luis Rodríguez Zapatero, tiene "las mejores credenciales" para "mirar a los ojos de los españoles" y volver a ser candidato a las elecciones generales del año 2012".
"El PP encabeza el desprestigio de España en el mundo".
"Los españoles no tienen por qué pagar las ansias especulativas de dinero fácil de algunos"
“He hecho un máster en dirección de empresas que es haber gestionado un gran partido como el PSOE, con miles de militantes y cargos públicos, miles de puntos en todo el territorio donde hay presencia del PSOE”

"A pesar de la revisión fiscal, los españoles pagarán menos impuestos que en 2004"
"El PP ignora que los españoles en el exterior son los mejores embajadores de España en el mundo"

En resumen, una mezcla de odio, resentimiento rancio postguerracivilista y analfabetismo funcional, todo aderezado con una importante dosis de demagogia, ingrediente fundamental y resumen de su vertiginosa escalada en la política nacional: decir lo que nadie se atreve y muchos quieren escuchar.



Mención aparte merece, en la memoria y en alguna biblioteca "privilegiada" de buenos sociatas,  supone el "Manual del candidato/a", que Blanco repartió entre los candidatos socialistas a las últimas elecciones municipales celebradas en España. Un conjunto de consejos y directrices para alcanzar el principal objetivo del partido en una campaña electoral: "movilizar nuestro voto fiel, movilizar y convencer al voto indeciso y pendular".
Un resumen de aquellas cómicas indicaciones:

"Cada campaña es una guerra a nivel general, del partido y del candidato/a. Ningún candidato debe considerar su demarcación como una autarquía política".
"Cada elección hay que diseñarla como una batalla".
"Es muy importante la vida personal (del candidato), el pasado, la familia, etc. Hay que sopesar posibles riesgos y preparar la defensa".
"El objetivo es conquistar la mente de los electores y para poder influenciar en ellos, conviene conocerlos bien, saber cómo piensan y de qué manera toman sus decisiones".
"En los mítines hay que cuidar el éxito escénico y saber distribuir al público para magnificar el número".
"El mensaje debe ser trasladado sea cual sea la pregunta".
"El off de record no existe".
"En los distintos mítines o actos de partido, hay que tener cuidado con los síndromes: actuar como una estrella, actitudes enfermizas, ansiedades (...)"; "el candidato debe conocer el papel, creerlo y representarlo". "Es conveniente enfocar las preguntas de los periodistas con criterio, dedicando un 20% a la respuesta concreta y un 80% a enviar mensaje".
"La gente se olvida muy pronto, por lo que conviene repetir y repetir".




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