Dicen que el equipo de Guardiola es el mejor de la historia.
El 0-1 que señalaba el marcador al finalizar el encuentro se antoja como un buen resultado para un recién llegado a la categoría. Pero la realidad queda muy distante de lo visto en el campo. El Barcelona, sin prisa y con demasiada pausa, controló el partido a su antojo. Sólo un magistral gol de Xavi, de falta directa, permitió a los blaugrana batir la portería de un acertado Roberto, la imagen positiva del portero que vemos fuera de los Cármenes .Mientras tanto, dos balones adelantados, anulados por desafortunadas acciones arbitrales, son todo el bagaje ofensivo que mostraron los hombre de Fabri, más defensivos que nunca.
Lo mejor, sin duda, el magnífico partido de Mainz, quien tuvo que lbailar con la más fea de la Liga. Lo peor, una vez más el nulo aporte de los fichajes de Pina.
Otro dato, Benítez y Romero se pierden el viaje a Sevilla por infantiles acciones.
Se acaba el crédito, y sólo estamos en octubre...
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