... acaba perdiendo.
Pocos partidos encontrará fuera de casa el equipo como el planteado en San Sebastián. Los tempraneros silbidos de la afición local a sus jugadores reflejaban la buena labor del conjunto rojiblanco en defensa. A la contra, con un motivado Dani Benítez, se intuía que los hombres de Javi García (Fabri cumplía su último partido de sanción) podían hacer mucho daño en cualquier acción bien hilvanada..
La defensa (errores puntuales a un lado, especialmente los de Nyom) parecía bien plantada y no pasó apuros importantes, en parte gracias a la labor de un hombre que, en dos partidos, se ha convertido en pieza fundamental del esquema, Moises Hurtado.
Arriba, Martins, nuestro crack, sigue excesivamente fallón, Uche no huele el balón y Jara parecía estar disfrutando de una jornada vacacional en una bella ciudad. Pocos argumentos atacantes que mostraron las verdaderas carencias del bloque de Pina una vez recibimos un gol absurdo, en el que algo más pudo hacer Roberto. El equipo es previsible y tiene poca pegada, muy poca. El debut de Fran Rico pasó sin pena ni gloria. Poco más se le puede exigir a un jugador que llega desde la segunda B.
Cuando vuelves a casa con la sensación de haber dejado escapar un punto, es que has tenido los tres muy cerca, y en una liga tan complicada como la española, eso no ocurre con frecuencia.
Queda mucho trabajo pendiente, conseguir un gol en cuatro jornadas resume a la perfección la capacidad ofensiva del Granada.
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