Y unos más que otros.
Cuando la SELECCIÓN ESPAÑOLA (¿la roja?) se juega conquistar la cima del mundo futbolístico, millones de ciudadanos suspiran por un triunfo de los representantes españoles engalanando sus balcones y ventanas con banderas rojigualdas. Algo impensable hace sólo unos pocos años.
Aunque algunos andan (andaban) confundidos al mostrar su apoyo incondicional a unos colores, a una bandera, a unos ideales, a un líder,
La historia pone a cada uno en su sitio.
Gracias Niepce!!!
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