Justicia, santa justicia.

¿Tienen nuestros Jueces y Magistrados algo que decir de la enésima muerte de un inmigrante en nuestras costas?. El amo y señor, ZP, con su efecto llamada, provocó (y lo sigue haciendo) la llegada de cientos de inocentes, amparados por los sueños de grandeza de la legalización masiva.

Mientras, Marta, sin aparecer, nos enseña la cruda realidad de la Justicia (no sé por qué lo pongo en mayúsculas) y de nuestro vergonzante ordenamiento jurídico.

300.000 causas judiciales están pendientes de ejecución, ¿cuál será la siguiente bomba en estallar?


Y mientras tano, Garzón y Bermejo de caza...

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