No se puede denominar de otra manera el cutre intento protagonizado por los secuaces de Toxo y Cándido.
Con sus piquetes, la chusma de UGT/CCOO ha pretendido boicotear la jornada laboral de los españoles y, una vez más, no lo ha conseguido.
Mi solidaridad con todos aquellos que sin trabajo, han padecido el montaje de los sinvergüenzas subvencionados, y especialmente, con aquellos que tras años de duro trabajo para sacar adelante sus negocios, han sufrido los ataques físicos y materiales de unos descerebrados que siguen viviendo en el S.XIX.
¡¡¡Sindicalistas, en el S.XXI, no pintáis nada!!!
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