CARADURA

Soraya Rodríguez representa el colmo de la desvergüenza política española.

Si hace unas semanas acusaba al PP de decenas de asesinatos producto de los recortes sanitarios, esta mañana ha protagonizado en el Congreso de los Diputados uno de los espectáculos más bochornosos que se recuerdan en la historia de la democracia española.

Después de invitar a un grupo de voceros indignados, la portavoz socialista abandona la Cámara y se suma a una protesta cuanto menos curiosa. La debilidad mental de Rodríguez, olvida (voluntariamente) que TODAS las preferentes se firmaron amparadas y protegidas por el Gobierno de Zapatero, del que formaba parte esencial su amo y señor Pérez Rubalcaba.

Pero no queda ahí la actualidad protagonizada por la vallisoletana. Tras la decisión del Ministerio de Interior de velar por la seguridad de los políticos escracheados, estableciendo un perímetro de seguridad de 300 metros, la portavoz del PSOE, lejos de solidarizarse con sus compañeros, apoya la causa de los perroflautas de la PAH y cuestiona la decisión del ministro Fernández. Madres, niños, domicilios privados... han sido violentados por la "indignación" de unos sujetos politizados que pretenden sembrar el terror entre los miembros de Partido Popular y la portavoz del principal partido de la oposición, anda más preocupada en defender el derecho a la protesta de sus camaradas.


Cada vez que abre la boca la pancartera, el PSOE pierde miles de votos...