Hace tiempo discutía con un amigo: ¿Cómo es posible que un tipo como Pepe Blanco pueda tener un cargo tan importante en el PSOE?
Meses después accedió a un Departamento Ministerial, mientras millones de españoles asistíamos ojipláticos a su nombramiento.
Pepiño es un hombre de partido, es el encargado de transmitir a la sociedad el mensaje impuesto desde arriba, y en ocasiones, demasiadas, es negativo. Como premio a su "extraordinaria" labor recibió el Ministerio de Fomento. Viendo el verano de los controladores, el regalo se antoja engañoso.
Para desempeñar un cargo tan prestigioso hay que valer. Tener tantas tragaderas es complicado.
El Bachiller lleva a la ciudadanía todos y cada uno de los pensamientos que su amo José Luis pretende poner en circulación en fechas cercanas. El último ha sido de traca:
Los impuestos españoles son “muy bajos” y señala, en un futuro hay que pensar en buscar fórmulas para homologarlos a la media de la Unión Europea.
Obviamente, nadie del Gobierno ha hablado de la diferencia de sueldos entre España y nuestros aliados europeos.
Y no se le cae la cara de vergüenza...
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